¡Volver a la Presencialidad!
El regreso a la presencialidad: retos y sensaciones
Ese momento que desde 2020 se volvió tan anhelado porque veíamos poco probable en un corto plazo, que genera tantas expectativas, ansias e incertidumbres, por fin ha vuelto a ser una realidad.
Muchos grupos scout después de su certificación como “grupos bioseguros”, han podido por fin volver a reunirse en sus parques, colegios, coliseos, etc., para seguir viviendo la magia del escultismo, en diferentes condiciones, pero con la misma pasión.
Para conocer más de cerca aquellas experiencias, percepciones y desafíos a los que se enfrentan los grupos en su retorno a actividades presenciales, hablamos con Alejandro Martínez, jefe del grupo 92 Buckingham de la región Bogotá:
¿Qué se siente el retorno?
A.M.: Una gran responsabilidad, acompañada de mucha emoción por volver al parque. Fueron sentimientos encontrados entre el objetivo de prevenir los contagios y volver a divertirnos como la primera vez.
¿Qué fue lo más difícil?
A.M.: Lo más difícil fue estar seguros de tener toda la documentación lista y que la actividad planeada con distanciamiento, uso de tapabocas y demás medidas de bioseguridad, fuera atractiva.
¿Qué cambió en los grupos y en cada persona al volver?
A.M.: La perspectiva de la seguridad, la forma de sentir la cercanía de alguien, la manera en que se crean los espacios seguros.
Sin duda, los grupos perdieron membresía asociada a la libertad que brinda el escultismo en el aire libre, pero ganaron misticismo y compromiso de aquellos que se quedaron. Serán ellos los llamados a reconstruir el escultismo en la pospandemia. Serán ellos los llamados a que con su resistencia personal, ayuden a que aquellos que quieren volver o los que recién quieren ingresar, entiendan que el movimiento Scout va mucho más lejos de una reunión en el parque. Al final, cantar y reír en las dificultades.
Ahora, ¿cuáles son los retos?
A.M.: El reto más claro es la reactivación. El retomar membresía, incentivar de nuevo al recurso adulto. La reactivación significa mucho más compromiso y mucha más dedicación por parte de los adultos voluntarios que conformamos este movimiento. Pero si hay algo que he aprendido es que todo en la vida tiene solución. Cuando la marcha se pone tenaz, los tenaces nos ponemos en marcha. Mucho por hacer, pero ese es el reto, nada que a un y una Scout le quede grande
Este es el panorama que viven hoy los grupos en su regreso a la presencialidad. Muchos cambios, nuevas condiciones, duras restricciones, pero sin lugar a dudas, ningún reto ha de parecer grande cuando de volvernos a ver con nuestros hermanos, compartir, jugar y sentir cerquita la mística y alegría del escultismo se trata.
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