Jóvenes

LOBATOS

¿Quiénes son los lobatos?

Un Lobato es un niño o niña que ingresa al Movimiento Scout entre los siete y los 11 años. Desarrolla sus actividades teniendo como marco simbólico la fantasía que vive dentro de la Manada. Akela es su guía y les da su mano en el camino que recorre por Seeonee.

Máximas del Lobato

  • Piensa primero en los demás.
  • Abre bien sus ojos y sus oidos.
  • Es limpio y ordenado.
  • Es alegre y sonriente.
  • Siempre dice la verdad.

PROMESA

Yo (Tu nombre)
Prometo hacer siempre lo mejor
Para cumplir mis deberes para con Dios y la Patria;
Hacer una Buena Acción cada día y cumplir con la Ley de la Manada.

ORACIÓN

“Oh dulce y buen señor mío, enséñame a ser humilde y bondadoso,
A imitar tú ejemplo, a amarte con todo mi corazón y
A seguir el camino, que me ha de llevar al cielo junto a ti”
Amén.

EL LIBRO DE LAS TIERRAS VIRGENES

Mowgli, un cachorro humano perdido en la jungla india de Seeonee, es adoptado por una manada de lobos tras haber sido atacado por el temible tigre Shere Khan.

Así da comienzo esta fascinante y extraña colección de cuentos destinada a convertirse en una de las fábulas más apreciadas de las letras universales. Rodeado de sus fieles amigos, como el viejo oso bezudo Baloo, quien le enseña la Ley de la Selva, o Bagheera, la astuta y protectora pantera negra, Mowgli se enfrentará a grandes peligros, entre ellos a su mortal enemigo el tigre de Bengala.

Kipling acertó a plasmar con gran maestría el ambiente de las tierras vírgenes que tan bien conocía y transmitirlo al mundo occidental con toda su grandiosa poesía. Divertidas y originales, llenas de humor y de aventuras, estas narraciones captaron en seguida la imaginación de los niños; pero las historias de Kipling admiten muchas otras lecturas, como su sátira social, manifiesta en las exóticas fabulas de animales, o su exaltación de un mundo animal, primitivo, salvaje y mítico, regulado por las férreas leyes de la naturaleza.

SAN FRANCISCO DE ASIS

San Francisco de Asís es el referente espiritual de los Lobatos al ser considerado como el protector de los animales y especialmente de los lobos.

Francisco fue un niño alegre aficionado a los juegos y cantos como cualquier otro. Nació en una pequeña ciudad europea llamada Asís en 1182 y allí vivió toda su infancia en compañía de sus padres.

Disfrutó su juventud en compañía de sus amigos y con ellos malgastaba todo el dinero que ganaba trabajando en el mismo oficio de su padre, el comercio.

Durante la adolescencia de Francisco, Asís, su ciudad natal se encontraba en guerra de liberación contra Alemania y por ello se vinculo a la milicia como soldado.

En la Batalla de Collestrada, cayó prisionero, permaneciendo en la cárcel por un año; en este tiempo enfermo gravemente. Luego de su enfermedad volvió a Spoleto donde decidió cambiar su forma de vida, luego de tener un sueño donde una voz le decía: “¿Dime, a quién debes seguir, al amo o al siervo?”. Posteriormente volvió a Asís y comenzó un período de soledad y oración en busca del Señor.

Francisco se dirigió luego a una arruinada iglesia llamada “San Damian” y una voz desde el crucifijo le dijo: “Francisco, reconstruye mi Iglesia”. Él empezó a vestir de túnica como los pobres y al ver esto once personas más le siguieron; unos se dedicaron a cuidar leprosos, otros a jornalear pero sin recibir ningún dinero a cambio. Estos se llamaron a si mismos Franciscanos que querían servir a los pobres, los oprimidos y los incapaces.

Francisco se encargó con sus seguidores de reparar algunas capillas de su pueblo, entre ellas la de San Damian y la de la Porciúncula. Muchos fueron los que se unieron a su labor y Francisco con ellos, quiso organizar una comunidad religiosa, pidiendo la aprobación al Papa Inocencio II quien se la dio después de haber tenido un sueño donde vio la Basílica de Letrán inclinada a punto de caerse y sostenida por un frailecillo como Francisco.

Una vez en Gubbio, toda la gente comentaba con pavor todos los desastres que hacía un lobo y le rogaban a Francisco que no se le acercara.

Él no les hizo caso y se dirigió hacia el animal que se le abalanzó con sus fauces abiertas. Pero Francisco hizo la señal de la cruz deteniéndole y haciéndole cerrar su boca y le dijo: “Ven aquí hermano lobo. En nombre de Cristo te prohibo que en adelante hagas daño a nadie” El lobo fue a echarse a los pies de Francisco y bajó la cabeza. Francisco le dijo: “Hermano lobo, he sabido de los atroces crímenes que has cometido en toda la comarca, por lo cual merecías justicia como el peor de los asesinos y es muy natural que los habitantes de Gubbio te aborrezcan. Quiero sin embargo reconciliarte con ellos”.

El lobo en señal de aceptación de aquellas palabras le tendió su pata a San Francisco. Después de esto los habitantes de Gubbio se comprometieron a dar de comer al lobo si este no volvería a atacarlos y en cambio les ayudaría en lo que pudiera. Desde entonces San Francisco es considerado el patrono de los animales, ya que profesaba por ellos un gran amor y protección, al igual que por la plantas y toda la naturaleza, en especial, por el ser humano

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